
Desde abril se estaban llevando a cabo conversaciones entre Washington y Kigali, que se comprometió a acoger hasta 250 migrantes expulsados de Estados Unidos. Sin embargo, el país tendrá derecho a denegar la entrada en su territorio a cualquier persona cuya deportación sea propuesta por Washington.
“Las personas aceptadas recibirán formación profesional, asistencia sanitaria y ayuda para el alojamiento con el fin de rehacer sus vidas”, precisó la portavoz del Gobierno ruandés, citada por Reuters. Esta menciona «los valores sociales [de Ruanda] basados en la reintegración y la rehabilitación” y la experiencia común “del desplazamiento» que han vivido «casi todas las familias ruandesas”
Este tipo de acuerdo no es nuevo para Ruanda, que ya había firmado en 2022 un proyecto similar con el Reino Unido, que finalmente fue abandonado antes de su entrada en vigor. Las autoridades de Kigali habían declarado en ese momento que seguían comprometidas con las cuestiones migratorias y que estaban abiertas a mantener conversaciones similares con otros países.
Por su parte, Donald Trump ha prometido expulsar a millones de inmigrantes ilegales en Estados Unidos a terceros países, algunos de los cuales son considerados “delincuentes”.
En África, Sudán del Sur y el Reino de Eswatini han acogido a algunas de estas personas expulsadas en las últimas semanas.
Texto y foto: RFI
Añadir comentario
Comentarios