Ahmedabad/Nueva Delhi (EFE).- Tras una catástrofe aérea como la del vuelo AI171 de Air India en la ciudad de Ahmedabad, con 242 personas a bordo, se activa un complejo protocolo de investigación internacional diseñado con un único objetivo: averiguar qué falló para que no vuelva a ocurrir.
Este proceso, regido por los manuales de la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI), puede llevar meses o incluso más de un año.
Según el Anexo 13 de la OACI, la autoridad aeronáutica del país donde ocurre el accidente es la responsable principal de la investigación. En el caso del vuelo AI171 de Air India, la Oficina de Investigación de Accidentes de Aeronaves de la India (AAIB) asume el liderazgo.
Sin embargo, no actúan en solitario. El protocolo internacional establece la participación obligatoria de otros países clave. El más relevante es el país de diseño y fabricación de la aeronave.
Al tratarse de un Boeing 787, un equipo de la Junta Nacional de Seguridad en el Transporte de EE. UU. (NTSB), considerada la agencia de investigación de accidentes de transporte más prestigiosa del mundo, que ya ha confirmado su viaje a la India para colaborar estrechamente en el proceso.
Asimismo, tienen derecho a enviar representantes el país de la aerolínea (India) y cualquier otro país con un número significativo de víctimas, como es el caso del Reino Unido. Esta colaboración internacional asegura una perspectiva integral y el acceso a la experiencia de expertos globales.
texto y Foto : Acan Efe

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